Cocina y adiestramiento, una buena receta

Confieso que estuve enganchado a gran parte del programa Masterchef.  Retos, selección de ingredientes, cocinar en diferentes circunstancias, reproducir recetas, interpretar los gustos de los chef… y finalmente deslumbrar.  En uno de los últimos programas me planteé una reflexión: ¿hasta qué punto cocinar, el proceso creativo y las sensaciones que quieres transmitir, tienen que ver con el adiestramiento y educación de nuestros perros?

La pregunta puede resultar como poco curiosa, pero voy a mencionar cinco pasos en los que fundamentar ese paralelismo:

  • Conocer al perro – Conocer la materia prima
  • Disponer de herramientas y medios adecuados
  • Gestionar adecuadamente el tiempo
  • Desarrollar flexibilidad y confianza
  • Cuidar la técnica y la presentación

1-      Es importante conocer a cada perro al igual que es importante conocer la materia prima con la que vamos a cocinar (aclarar que no va de comerse a ningún perro ni de que ningún perro se coma al educador). Sólo conociendo bien su carácter, entorno, historia y condiciones físicas se puede llevar a cabo un diagnóstico adecuado, establecer un objetivo y dar los pasos adecuados para conseguirlo. Por poner un ejemplo, hacer una tortilla de patata parece simple, pero si mezclamos las patatas sin freír con el huevo en la sartén, y el aceite lo echamos para disminuir el humo producido, me temo que terminaremos con tanta hambre como antes y una sartén tirada a la basura.

2-      Las herramientas y medios a utilizar en adiestramiento al igual que los utensilios y equipación de cocina son fundamentales. Es clave disponer desde la ropa apropiada y los juguetes y motivadores adecuados a cada perro, hasta del entorno adecuado según el trabajo que planificamos. Además hay que conocer la utilidad de cada herramienta y la aplicabilidad en cada caso y perro. De nuevo para establecer el paralelismo: tener una mezcladora de masa y meter un solomillo en ella no va a conseguir la mejor carne de hamburguesa por mucho que nos lo propongamos. Saber elegir entre horno y sartén para un buen pescado fresco puede producir resultados diferentes en función del pescado, resto de ingredientes y tiempo. Al igual que con estos ejemplos el uso o no de los collares, motivadores, premios… adecuados, marcará gran parte del resultado de la educación.

3-      Gestión del tiempo, ritmo e intensidad: un ingrediente incluido en el momento inadecuado o en la proporción errónea puede dar al traste con la mejor de las recetas, o al menos degradar algo excepcional a lo común. Al contrario puede dar el toque maestro a la receta de una comida de amigos inolvidable. Brevemente estos tres términos en adiestramiento:

    • Tiempo: Cuando iniciamos una acción. Ej. ¿cuándo premiamos?
    • Ritmo: como gestionamos su duración en función del objetivo y reacciones. Ej.: ¿Cuánto tiempo y que hago al entregar el premio?
    • Intensidad: con que energía aplicamos la acción para que conserve su efectividad. Ej. ¿debo premiarle con su juguete favorito, su comida favorita o una caricia? Cada una tiene una intensidad

4-      Flexibilidad y confianza. Flexibilidad, ya que siempre ocurren imprevistos. Al igual que con nuestros animales, en la cocina, las recetas se asemejan a un ser vivo que hemos de observar e interpretar para que evolucionen en la dirección prevista. Entrenar a mi perro según lo planificado sin observar sus reacciones o su estado físico ese día, tiene tanto sentido como cocinar dos porciones de carne el mismo tiempo, una totalmente descongelada y una que sólo lo está por fuera, y esperar idéntico resultado.

Confianza, porque hay que saber que surgirán dudas durante el entrenamiento y que teniendo en cuenta las apreciaciones anteriores perseverar en un buen trabajo termina dando resultados. ¿Quién no ha tenido dudas al hacer una mayonesa aunque haya salido cien veces bien?

5-      Técnica y presentación, como fundamento y definición de un buen trabajo. Una buena presentación predispone y permite que nos centremos en los resultados del trabajo. ¿A alguien le suena la expresión “comer con los ojos”?

La técnica nos permite abordar con garantías y eficacia un mayor número de retos, y merece un capítulo propio.

Espero que os haya gustado y a los que todavía no os habéis animado a educar o adiestrar a vuestro perro os invite a hacerlo, después de todo, muchos grandes chef empezaron con una simple tortilla…